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Frescura, conveniencia y calidad son los principios de la propuesta de dos alegres jóvenes emprendedores que han convertido su pasión por el vino en un producto singular, pero igualmente atractivo: el primer vino rosado mexicano en lata.
Lo que distingue a Rosadito del resto de vinos en lata, es la intención de sus creadores. Un vino de calidad especialmente diseñado para este empaque que ofrezca la mayor conveniencia posible. Que igualmente pueda ser disfrutado en la piscina, en un picnic, en un evento familiar o simplemente en casa, un martes cualquiera para acompañar la cena sin la presión de consumir una botella de 750 ml.
Para aquellos escépticos y tradicionalistas del vino: Rosadito es un vino de calidad que bien podría haber sido embotellado. "No es como muchos otros vinos en el mercado, en el que el vino destinado para la lata es lo que ha sobrado del vino embotellado, aquí lo que buscamos fue crear un vino especialmente para ser enlatado con todos sus aromas y características de un vino bien hecho", explica Antonio Balassone, un joven egresado de estudios en producción agroalimentaria y con experiencia en producción de vinos en el Piamonte y en Sonoma, California.
La otra mitad del proyecto, es Noah Tovares, quién también conoció de primera mano cómo se vive la cultura del vino en California y que aunque ambos coincidieron en la misma época en Estados Unidos, no fue sino hasta el año 2021 que se reunieron en México. Al conocerse, encontraron una gran afinidad en la pasión por el vino y decidieron crear Rosadito.
"Fui a trabajar a una bodega en Sonoma. En California encontré una forma más moderna, por decirlo así, de consumir el vino. Lo que conocí y disfruté allá, fue la inspiración para crear Rosadito en conjunto con Noah", explica Antonio. "Lo que buscamos es democratizar el vino, quitarle el peso de la pretensión y hacerlo menos selectivo", continúa describiendo, "También hacer un vino menos selectivo en la ocasión para disfrutarlo. Desafortunadamente en Latinoamérica, muchas personas ven al vino como la bebida para las ocasiones especiales, las grandes festividades. Nosotros hemos querido crear un vino para todos los días, que puedas abrir en cualquier lugar y en cualquier ocasión".
El proyecto actualmente tiene tres cosechas, todas ellas con fruta de Ezequiel Montes, Querétaro y vinificados con método de sangrado y maceración corta, exactamente con el mismo proceso formal para crear cualquier vino rosado. Han lanzado al mercado tres ediciones. Edición "Uno", elaborado mayormente con Grenache que contiene el espíritu original del proyecto, un vino agradable y con características para principiantes como para aquellos ya con un camino recorrido en el mundo de esta bebida. También dos ediciones especiales, "Quiareto" obtenido con un prensado suave, creando un vino sutil y de gran frescura, y el "Rosato", un vino inspirado en los rosados de la Toscana, en dónde ocurre una mayor extracción y el vino cuenta con mayor concentración de color y estructura, con una expresión al olfato y paladar cercanos al de un tinto frutal.
"Cada añada es única y aunque siempre se mantiene el mismo espíritu y estilo, queremos dejar expresar la uva tal y como ocurre en los vinos embotellados", amplía Antonio, "este año hemos seleccionado uva orgánica de gran calidad, y hemos encontrado una gran coincidencia en cómo hacerlo con Cristian, nuestro enólogo, quién ha entendido rápidamente lo que buscamos para Rosadito".
Cada cosecha, el proceso de vinificación se va adaptando. "Algunas vendimias hemos encontrado que se requiere mayor prensado, o una maceración más prolongada" explica Noah, "depende de la uva de cada cosecha, sin embargo nos mantenemos fieles al espíritu original del producto. A veces, cuando se desarrolla el proyecto puede haber desviaciones, aquí queremos un producto que el consumidor disfrute de manera consistente y ofrecer algo distinto, pero con la misma calidad, a través de las ediciones especiales que sólo serán producciones limitadas y temporales".
"Sin embargo el camino no fue fácil. Al inicio del proyecto, prácticamente ningún enólogo quería apoyarnos. De alguna manera sentían vergüenza de que su vino fuera para lata. Aún cuando en el mundo hay vinos de calidad en este formato y creemos que nuestro producto además de fresco, práctico también es de gran calidad". Comenta Noah, que también es socio de la pequeña pero simpática tienda "Vinos Chidos" en el corazón de Polanco, "una coincidencia en la tienda nos permitió acercarnos a Cristian, quien entendió el proyecto y se sumó para que fuese posible. Hoy día sabemos que hay vinos en lata en Baja California que han seguido nuestros pasos".
El vino rosado es uno de los más versátiles en términos de expresión aromática y maridaje. Ha sido una acertada apuesta para este par de emprendedores, como ellos mismos identificaron al arranque de su proyecto. "Queríamos hacer algo diferente, y sabíamos que el mercado estaba listo para un vino rosado mexicano. Desafortunadamente la gente puede pensar que el vino en lata es dulce, sin embargo Rosadito es un vino seco tal y como puede ser encontrado un vino embotellado".
Con respecto al empaque, se han asesorado con expertos en la materia y garantizan la seguridad del producto. Cada lata es tratada de manera especial con una película protectora que impide el contacto del vino con el aluminio, y sus creadores aseguran que el vino se conserva de buena manera incluso hasta por dos años con base en su propia experiencia. Otros aspectos notables sobre la lata, es que es totalmente reciclable y más amigable con el medio ambiente, incluso con ventajas sobre la botella de vidrio, por ejemplo con menor peso y para su reciclaje requiere menos consumo de agua, de acuerdo a lo comentado por los creadores de Rosadito.
"Rosadito no está peleado con la botella. Lo que deseamos es crear un vino que sea fácil de disfrutar, fresco, gastronómico que pueda acompañar la cocina mexicana, como la gastronomía de banqueta, antojitos, tacos de carnitas, hamburguesas, pizzas, hasta una pasta con base en mantequilla o incluso productos de mar", explican ambos emprendedores con entusiasmo: "uno de nuestros maridajes favoritos es ¡Rosadito con la torta de carne al pastor!".
Como reflejo de la juventud, entusiasmo y actitud positiva, el diseño de las latas de Rosadito incluyen una tipografía relajada inspirada en los diseños de antaño, en el Art Decó y el rosa mexicano. En la lata se encuentra toda la información sobre el vino, "Ya sea en casa, o bien en el restaurante o club de playa, buscamos que el servicio igualmente sea relajado y lleno de frescura", añade Antonio.
Los vinos Uno, Quiareto y Rosato, los tres con gran frutalidad y frescura van ofreciendo perfiles de diferente estilo, el Uno es el más atractivo para todo público y contiene un poco de cada característica. El Quiareto es un poco más fresco y sutil, mientras que Rosato está pensado en un vino de mayor intensidad y concentración, también más apropiado para ciertos platillos.
Rosadito demuestra una evolución del consumidor del vino, para generaciones más jóvenes que buscan conveniencia y calidad en el mismo producto. Queda abierta la invitación para cada amante del vino, o bien, aquellos que inician su camino, puedan abrir las latas de Rosadito y convencerse de que es un producto de calidad. Para todos aquellos que han pensando en la conveniencia de un buen vino a la mano en un picnic o al lado de la piscina, aquí está la respuesta. Vino mexicano de calidad, frescura y practicidad es lo que todos podrán encontrar en Rosadito ¡Para darle una oportunidad y disfrutarlo!
Vinos disponibles en la tienda en línea:
También disponibles en Vinos Chidos, restaurantes y otros puntos de venta.
Más información en IG:
https://www.instagram.com/rosadito.mx/
Vinos Chidos:
https://www.instagram.com/vinoschidos.mx/
Sobre El Dr. Salsa: José Sandoval fundador de "Entre Copas y Corchos, Revista Digital de Gastronomía" desde 2010. Egresado del programa de educación en vino del enólogo Jesús Diez de su escuela Vinicultura. Especialista en vinos de la D.O. Jerez y en vinos de la D.O.Ca. Rioja. Nivel 1 del programa de certificación internacional por The Court of Master Sommeliers. Juez catador en el concurso México Selection by Concours Mondial de Bruxelles. Juez en diversos concursos de chefs. Miembro de la Asociación de Sommeliers Mexicanos. Miembro de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino. Autor de diversas colaboraciones en revistas especializadas en las artes culinarias. Entusiasta viajero y del buen comer.
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